domingo, marzo 14, 2004

Sobre la catástrofe

Para mí, parece que la catástrofe es la compañía, no la soledad. El jueves inicié un noviazgo, a la tapatía; este domingo, recibí un mail cancelando el contrato mutuo, dejando los términos como meros amigos. Los motivos? Estamos demasiado comprometidos con nosotros mismos, con el individuo eternamente soltero, enamorado de su profesión, sin tiempo para ser humano. Creo que yo he perdido toda capacidad de compañía; qué me queda? el punto y coma dentro del texto; el vacío que engendran las palabras sobre la hoja en blanco; los símbolos raros que asaltan a mis sueños, buscando incorporarse en una demostración matemática válida; las líneas y patrones, los colores y texturas de una foto, ya sea estática o en movimiento.

Un sistema cerrado es una mera ilusión; cualquier sistema es abierto, por lo menos los que tienen un cierto intercambio con la naturaleza, con el exterior. Puede uno recluirse dentro de uno mismo, ensimismarse, por asi decirlo, y olvidar que existe el ambiente? Los otros no son mas que una repetición de uno mismo. Somos lo que somos porque otros no lo son.

Según una doctora, quien fue la que inició y terminó este contrato social, el único miedo del hombre es a quedarse loco, a perder la razón. Si fuera cierto, yo ya he perdido todos los miedos posibles.