martes, marzo 09, 2004

Los riesgos de una mala divulgación científica son mas que evidentes. Los divulgadores han creado ciertos mitos, dichos atribuidos erróneamente a científicos famosos, de imagen mundial, como los que han dado a Einstein: todo es relativo, usé sólo el 10 por ciento de mi cerebro, etc… todos falsos en cuanto a que cuentan una realidad tergiversada, un hecho no comprobable científicamente, lo que contradice la manera de pensar de la gente que hace ciencia. Yo creo que para divulgar ciencia si es necesario hacer ciencia. Acaso, como decía Sagan, si sea necesario que la humanidad aprenda ciencia, sepa lo que pasa a cierto nivel; lo malo viene cuando se abusa o tergiversa la información, las palabras atribuidas a uno u otro.

Hoy descubrí cómo el mito de que los humanos usamos nada mas que el 10 por ciento del cerebro es incomprobable. Es un mito que se ha ido propagando sin haber tenido una base o justificación científica clara y precisa. Pero, a la gente le gusta creer, ¿no? Y cuando no encuentran nada más en qué creer, siempre queda Dios.