sábado, marzo 13, 2004

Hoy al iniciar el día, o ayer por la madrugada, volví a creer en el amor y las mujeres, en el compromiso y la entrega hacia el otro, la reflexión de uno mismo visto desde allá. Me gusta la idea de tener una novia. Es bueno sentirse bien, dejarse consentir y ser atento sobre los pequeños detalles que hacen a la vida mucho mejor; por ejemplo: el beso del semáforo.

La vida no es mas que una repetición de instantes, un presente donde uno decide sin animarse a dar la respuesta: ahorita no, gracias. Pero llega un momento, indiscutiblemente, en el que es hora de decir sí, de tomar la decisión única, cualquiera que sea.

Creo que me causa un poco de conflicto enfrentarme a ideas que comparto con otros autores cuando no han sido plasmadas de la manera en que hubiese preferido. Ante la inconformidad, el acto. Don´t expect, suggest.