martes, noviembre 30, 2004

Limpiando mi escritorio

Supongo que es necesario mantener cierta limpieza, ciertos hábitos de higiene en nuestras vidas. Así, el ser humano saludable, o normal, será aquel que invierta suficiente tiempo en limpiar su propia mierda. La ropa sucia se lava en casa, gustan decir las buenas familias, aquellas de los de izquierda con gustos de derecha, los que gustan tomar un buen café en París junto a Jodorowski para, al día siguiente, pasar a saludar a la virgencita morena en Notre Damme.
Y los vericuetos del pensamiento, ¿tienen un significado en específico, una razón de ser que sea realmente utilizable para la existencia? Por lo menos la limpieza le declara la guerra a la entropía, al flujo de mayor probabilidad de la energía en el universo pero, el pensamiento, con su inutilidad aparente, no hace otra cosa que marcar una diferencia entre lo que hay y lo que queda: flujo de energía vuelto menos. ¿Para qué el desgaste, por qué la oposición al caos?