jueves, noviembre 25, 2004

La noche corrió según debió haber andado: unas horas de lectura, un cigarrito para relajarse, un par de mandarin & tonic en el Calavera para rematar el calmante. La noche no es un ente independiente: se nutre de las conciencias de los que la habitan. El diario ha de irse agotando para dar paso a la novela. Vivir la vida está delimitado por la diferencia entre el mapa y el territorio. O vivo lo que he creado o creo lo que veo aunque no sepa si en realidad ha sido creado por una fuerza ajena a mi. ¿Cómo saber si es que todos vemos el mismo mundo, con diferentes ojos?