sábado, octubre 02, 2004

Ex-Crenvento


Supongo que no soy de esos que leen en el Ex-Crenvento. Los poetas locales darán una lectura, me dijeron. Pero, ¿quiénes son los poetas locales, aquellos que ensucian la página en blanco, los aduladores de la generación beat –porque han oído de ellos, no tanto por ser buenos–, los declamadores de versos no escritos, inexistentes en el libro de los tiempos? Y, ¿por qué no invitaron al jardinero que poda con tanto cuidado sus tulipanes o al barrendero que va de un lado a otro de la calle silbando o a la cocinera que baila al compás del fuego y el agua hirviendo o al limpiaparabrisas que da una palabra de ánimo para continuar?
Si los poetas locales se juntaron para leer, ¿por qué nadie los lee? La poesía, para completar su ciclo después de haber sido escrita e impresa, debe ser leída, pero no por el poeta escritor, sino por el poeta lector. Usualmente estos dos son personas diferentes.
Ahora, unas líneas de un poeta (Stig Larsson):

Juventud,
impulso por patear la nieve brillante bajo el sol hacia un charco

Aquí no hay nieve pero sí un montón de charcos. El sol: el mismo pero diferente. Los impulsos: cualidad inherente a la juventud. Las distancias, según la posición y velocidad del observador (sounds familiar? Should be.)
Espero alguien lea y no sólo escuche. Uno ve al ver, no al escuchar.