sábado, octubre 23, 2004

De nuevo

De nuevo el miedo, el escalofrío ante
la falsa certidumbre. Mejor que vivir,
tenderse sobre la cama todo el día.
Escucho música árabe, tengo un nombre
árabe; vivo en una ciudad de nombre árabe.
Todos los nombre, el nombre.
Bárbaro y exiliado en tierra propia, extranjero
por convicción, por derecho de individualidad.
Me evaporo ante el clasismo de la ciudad – no
hay escape para los que no se han dado cuenta
de su no vivir.
De nuevo, el letargo de la insatisfacción.