jueves, octubre 21, 2004

Con cuidado

(Las siguientes líneas prometen
ser interesante debido a la
situación misma del autor.)

“Léase con cuidado”, advierte
el editor de la obra en cuestión, en una
etiqueta blanca sobre una caja de galletas.

Yo no veo nada de cuidado: la vida
me va igual. Si leo o no leo, si miro o
sólo veo, da igual – ¿será?

La cuestión sobre la certeza sigue
en juego, aunque el encargado de la Ghandi
se sorprenda del interés creciente en
el tema. “Ya estuvo con Wittgenstein”, dice
calladamente.

Yo no veo el cuidado en nada. Me sorprendo
poco, sonrío un tanto menos. He comenzado
a morir, lo se: una cana nueva cada día, una arruga
y un cansancio irrefrenables. La evolución decide
retomar la balanza, regresar al momento de
energía mínima.

Tanto las opiniones ligeras como las extensas guardan cierto peso en la conciencia del que las reflexiona, principalmente.

Un poco de cuidado es un tanto más de muerte:
“entre mas vives, menos mueres.”

Y terminar de repente no es truco; es sinceridad ante el miedo al final verdadero.