lunes, agosto 16, 2004

Partida

Encuentro este poema (sort of) escrito antes de mi partida a Mérida este verano:


1.
Es el tiempo propicio para nacer de nuevo.
He acumulado un montón de libros
que no me dicen nada.
La incesante curiosidad de saber me traiciona.
Me muevo lentamente
acariciando mi vida hermosa,
triste y sola.

Es el tiempo propicio para mí, lo sé.
Alguien tiene que saber algo, o prefigurarlo, siquiera.

No creo en mí
pero
lo hago en la humanidad.
Al desconocerme volteo hacia otro:
me veo sin pestañear.

2.
¿Cuándo firmar un trabajo?
¿Cómo saber si la obra ha concluido
o apenas va por el inicio?
Ante la incertidumbre / tantas respuestas
todas ellas indecibles.

Es hora de partir.

3.
Pánico ante lo desconocido.
Todos parecen tener / alguna /
observación al respecto:
unos recomiendan un parque; otros, la cantina.

La ciudad es un reflejo del hombre.
Al desaparecer dentro de ella, me reinvento.

Un punto gris no es mas que una mancha en el papel.

4.
Firmo
ya sea por el inicio o el final.

Me transfiguro en tinta
me desvanezco / y / me hago cero.

Estaré aquí hasta el (inicio) final.