lunes, abril 12, 2004

He decidido retomar la magia y la alucinación, el gusto por el pensamiento y la transformación de la realidad. He conocido a varias personas capaces de jugar con el destino, de manipularlo a su antojo, para su bien, supuestamente. El círculo se va ampliando poco a poco, va creciendo y elevándose a otro nivel, más selecto pero más discreto a la vez. Ahora toca hacer magia discretamente, ataviados de una máscara cualquiera, utilizando la bandera de la normalidad para crear la especificad.

La primavera saluda al sol con sus vientos alocados, síntomas de una polinización temprana.