viernes, marzo 26, 2004

Sólo el gran pez logró solucionar el problema que aqueja a Cacaso, poeta brasileño. ¿Cómo?, no sé.

La hora del recreo

El corazón hecho jirones el poeta es

obligado a elegir entre dos amores.
Las dos no puede ser porque ambas no lo permitirían
una sola es imposible porque están los ojos de la otra
y ninguna es un verso que no está en este poema.

Basta por hoy. Mañana volveré a pensar en este problema.
Cacaso

Una mujer o todas; en la igualdad se da la diferencia; ¿en la diferencia se puede afirmar la unicidad?