domingo, marzo 28, 2004

Cada vez afirmo un poco más mi teoría de que la mejor forma de irse es saber quedarse.

Hay que hacer como si la obra se preexistiera a sí misma y presintiera su final desde el principio.
Jean Baudrillard

Siento el teclado como si estuviera vivo. No temo equivocarme; la razón me ha abandonado. El último consuelo es la tenue línea que se crea tras la fallida escritura, la oscilación armónica del siniestro destino del alma. No hay sentimiento más puro que el de alcanzar lo que se desea. Lo deseo; lo obtengo. Lo demás es accesorio.