lunes, septiembre 13, 2004

Pasando el 11


Me he saltado el once de septiembre. Un sitio vacío para un tiempo indicativo de la decadencia del imperio americano. La poesía y la borrachera me atraparon por un día entero. Casa Vieja: una dimensión agregada.

Ella deambula por el cuarto. Ropa tirada en un rincón. Un condón a medio uso, sin haber rendido su destino final. Sueños e incineraciones. Los fuegos se apagan con más calor. Nadie es eterno, todos imprescindibles. Ella see mueve de un punto a otro en una ruta errática, browniana. Un mosco zumba al lado de mi oído derecho. Ella se acerca lentamente, vence la frontera de la imaginación. Al siguiente segundo, nos besamos. Ahora nos movemos intensamente pero con cierta parsimonia en el cuarto.

Continúa la fiesta… ¿hasta cuándo?