martes, junio 29, 2004

Hay sueños

Hay sueños vacíos en la noche estrellada.
Luces de neblina fina, alfombras de granizo azul.
El día se vuelve noche ante el temor a la tormenta.
Juego de pelota, una bicicleta pasa lentamente, sin andar siquiera.
El nacimiento es la causa de la muerte;
antes, la luna y el sol no eran más que una excusa para mirar.
Hay sueños llenos de días lluviosos.
Una gota, luego otra;
de repente, la tormenta.
Y la conciencia que nunca calla: basta.