domingo, junio 20, 2004

Día del padre

Día del padre. Domingo. Tengo miedo. La vida es ahora, lo se, pero espero a mañana, a que llegue el momento adecuado para comenzar a vivir. La escritura ya no me cuenta nada; las matemáticas han llenado mi cabeza, me han dejado confundido, sin saber si los espacios que me persiguen de noche, son los métricos, vectoriales o reales. Acaso lo mejor de la vida sea la vida en si, no la interpretación que uno haga de ella. El ejercicio de vivir traspasa la frontera de la muerte. Mientras uno sepa que la muerte lo acompaña, la vida seguirá con fuerza a su lado. Lo que da miedo es callar, dejarse llevar por dias que se vuelven años, por vidas que se esfuman como la estela de una ola, como el humo a media noche en una playa olvidada por la civilización. Pero, ¿hacia qué o quién es el miedo? Creo que el miedo es hacia mí mismo, hacia la vida posible y la equivocada certeza de andar por el camino adecuado. Al decidir una ruta, se pierden todas las demás pero, ante la no decisión, sólo se forcejea con la vida, sin llegar a ningun sitio. Pero, ¿hay que llegar? ¿Y si ya estuviéramos donde tenemos que estar? Simplemente, no se…